Y llego el día, un profesor universitario obliga a sus alumnos a usar ChatGPT en su curso
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse en el sector educativo, y cada vez son más los profesores y estudiantes que se decantan por su uso. En especial, se ha popularizado el empleo de ChatGPT, una herramienta que cuenta con la capacidad de hacer el resumen de lecciones amplias, utilizar términos sencillos para solventar situaciones complejas y hacer textos a partir de teorías filosóficas.
A pesar de que existen opciones de IA avanzadas de pago y otras gratuitas con funcionalidades restringidas, la diversidad de aplicaciones con funcionamiento similar no tiene desperdicio. Y en el caso de ChatGPT, se ha demostrado su utilidad para realizar cualquier actividad académica, contestar interrogantes y escribir textos, fórmulas numéricas o códigos informativos.
Una herramienta con uso cada vez más extendido
Diferentes estudios han podido corroborar la existencia de varios centros educativos donde se está utilizando ChatGPT. Por ejemplo, una estudiante comentó sobre la utilidad de la IA al instante de elaborar un modelo de negocio, para el cual no tenía una idea clara de cómo plantearlo. Al utilizar ChatGPT, ella y su equipo pudieron elaborar un modelo de negocio con éxito.
La misma estudiante también ha señalado que la inteligencia artificial puede ser implantada para otros usos particulares. En el curso que está tomando, se está utilizando para hacer resúmenes de historia y lengua para la selectividad. Los profesores dan el tema, que suelen ser 3-5 hojas, y los estudiantes se lo copian a ChatGPT, pidiéndole que lo resuma en 50 líneas. El resultado: resúmenes muy buenos, sin el trabajo de resumir por su cuenta.
¿Una herramienta que reemplaza o que colabora?
Sin embargo, como pasa con cualquier nueva tecnología, el uso de ChatGPT también ha generado dudas e inquietudes entre los profesores. Algunos temen que los resultados no sean eficientes y puedan afectar a los estudiantes. Otros se preocupan por las dos vertientes que presenta la IA: remplazo o colaborador. El profesor de la Universidad de Navarra, Francesc Pujol, les indico a sus alumnos que, para todos sus trabajos, iban a tener que utilizar obligatoriamente la inteligencia artificial. El objetivo era convertir a ChatGPT en un aliado del estudiante a la hora de investigar. Pujol enfatiza que la invitación que hace a los estudiantes es que ChatGPT les puede llevar mucho más lejos si tienen en cuenta estas dos opciones: Si se utiliza como un remplazo, se anula la capacidad de pensamiento independiente, de análisis y de búsqueda. Si se usa como colaborador, se acompaña en el proceso de pensamiento crítico y reflexión, lo que puede poner en una dimensión superior la capacidad de análisis del estudiante.
El ChatGPT miente cuando no sabe algo
Otro aspecto a tener en cuenta es que ChatGPT tiene fama de cometer errores o entrelazar conceptos que no tienen vinculación entre sí, lo que puede generar una sensación de duda o incertidumbre frente a lo que se ha obtenido de la IA. Una estudiante de Navarra expuso que le pidió a ChatGPT 200 palabras sobre una prueba de vacío en una instalación de refrigerante, y lo que recibió fue un texto superficial que no se ajustaba a lo que ella esperaba.
En resumen, la IA ha llegado para quedarse en el sector educativo, y ChatGPT es solo un ejemplo de las herramientas disponibles para su uso. Pero como con cualquier nueva tecnología, es importante tener en cuenta sus ventajas y desventajas, y utilizarla de manera responsable para no anular la capacidad de pensamiento independiente, de análisis y de búsqueda de los estudiantes.