Comunic@ndo I: ¿Otra Vez Marketing? ¡Qué Estaré Pagando!!!

• Especialistas
• Escrito por Karla Guerra
• 4 Septiembre, 2023

Artículo de opinión de Karla Guerra, consultora de Marketing de Servicios, Imagen Institucional y Comunicaciones Integradas de Marketing

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¡Hola! Soy Karla Guerra Alarcón. Soy Magister en Marketing y Magister en Administración de Empresas. Además soy ejecutiva, catedrática, consultora, emprendedora y estratega. Concibo y aplico el Marketing desde un enfoque integral porque considero que el Marketing lo es todo. ¡Sí! Lo es todo, pues no solo impacta diversos departamentos de una organización, en la cual su imagen, comunicación y ventas se verán afectadas, no sólo por la propia compañía, sus productos o servicios y sus empleados, sino que, también, entrarán en juego -como base- la investigación de mercado, seguido de los clientes, los proveedores, la competencia, e inclusive diversos grupos de interés o stakeholders. Si te interesa el Marketing, aquí empieza un espacio donde compartiré con mis lectores mis aprendizajes y experiencias en la materia, que espero aporten y contribuyan de manera significativa. Pero, empecemos cuando inició todo…

¿Otra vez Marketing? ¡Qué estaré pagando!!!. “…Supongo que ninguna maldición gitana”, respondía yo -recién graduada- a una amiga que entonces trabajaba para un estudio de abogados. Amiga que, párrafos más adelante, regresará a esta historia, porque antes debes saber lo siguiente.

Luego de haber crecido creyendo que yo sería odontóloga, supe que la Odontología no era para mí. Yo no podía ver sangre. Y me aterraba la idea de repetir ciertas tareas, con música de Stereo 100 que diese paz y tranquilidad a los pacientes. Mi personalidad y la hiperactividad siempre me habían colocado en contextos donde tenía que crear, construir, ser competitiva, versátil, analizar diversas posibilidades y lo más importante… ser estratégica. Igual en ese momento todo era gris, estaba en el limbo del no saber que estudiaría.

Por entonces, mi mami me decía que no me preocupe porque ella estaba segura de que alguna inspiración iba a llegar y yo encontraría el gusto por alguna carrera. Siguiendo en el limbo del ¿Y ahora qué hago? Una mañana llegó a mis manos una publicación donde anunciaban una carrera que resumía como es que podía contribuir con el crecimiento de las empresas mediante el análisis del mercado y la selección de estrategias combinadas para tal fin. El anuncio decía: ¡Estudia “Marketing”!

El bendito Marketing

Nuevamente fui corriendo donde mi padre para contarle muy emocionada que ya había encontrado mi futuro profesional y que quería estudiar Marketing, pero me dijo: ¡No! ¡He dicho que una carrera en la universidad! El folleto que yo tenía era de un centro de estudios de tres años. Aun con la negativa insistí, e insistí tantas veces durante algún tiempo, que mi padre fue el primero en decir: “¿Otra vez el bendito Marketing? ¡Qué estaré pagando!”. Comprendí que mi padre sabía mucho menos que yo del tema y me hice el firme propósito de que me compre la idea con base en satisfacer mi necesidad, ese era el gran objetivo.

En primer lugar, empecé a investigar universidades donde impartiesen la carrera de Marketing, y para mi suerte, solo existía una con sede en La Molina que hace no mucho había anunciado el estreno de esa como su nueva carrera. Acopié toda la información posible del producto (entiéndase servicio) hasta poder tener claro el concepto y la estrategia para explicarle a mis padres de que se trataba la carrera. Luego, estudie la mejor manera de decirle a mi mami, y por separado a mi papi, pues yo sabía que con este último iba a tener que aplicar otras “tácticas”.

En este punto ingresa la amiga que mencioné al inicio de este relato. ¡Sí! ¡La abogada! A quien luego de explicarle por horas de qué se trataba el Marketing según Kotler, pude convencerla para que me ayudase a influenciar a mi padre en su decisión. Hasta que llegó el momento de la verdad, con el resultado de toda mi investigación y acompañada de una respetable influenciadora, expuse el servicio, el precio, el lugar dónde se impartían las clases, y cuanta comunicación que explicaba las ventajas y oportunidades que brindaba la carrera y la institución.

El padre del Marketing

Philip Kotler, economista estadounidense, sostuvo que el Marketing es un proceso aplicado por una empresa, por el que un determinado segmento de personas logra satisfacer sus necesidades y deseos mientras que generan o intercambian valor. Así mismo, si has escuchado el concepto de las 4P´s del Marketing, debes saber que este concepto fue creado por Jerome McCarthy, pero fue difundido por Kotler. Este destacado economista tenía como objetivo difundir la idea de que “el centro del negocio debe ser el cliente, su satisfacción y los beneficios que le van a aportar sus productos o servicios”. Indicando, además, que aun cuando otros aspectos como el precio o la comunicación son importantes, no tienen el mismo peso que la idea anterior. Por esta razón, para Kotler, una estrategia de Marketing será exitosa siempre que el enfoque esté en el público objetivo.

Kotler es considerado “El Padre del Marketing Moderno” porque no fue hasta que él apareció en escena, que el Marketing comenzó a obtener la consideración que realmente merece. Los directivos de empresas consideraban esta disciplina como algo accesorio, cuando debería ser el actor principal en todas las compañías. Gracias a Philip, el Marketing pasó a ser punto clave y fundamental en las estrategias comerciales desde hace más de cinco décadas.

¿Recuerdas a mi amiga, mis padres, mi deseo y mi objetivo de que me compren la idea y acepten que yo estudie Marketing? …Pues si bien todo el Marketing aplicado por la universidad para convencerme que estudiar esa carrera era para mi, les había funcionado; sin darme cuenta, de manera empírica, yo también había establecido un proceso de Marketing para lograr mi objetivo.

Las 4 P´s del marketing

Desde investigar, analizar la competencia o sustitutos, diagnosticar, pasar por todas las etapas de un proceso de toma de decisión (como usuaria), establecer un plan, segmentar a mi padre y a mi madre para poder explicarles la idea y la marca, posicionar a fuerza y por repetición en sus mentes la asociación “Marketing = Karlita será feliz”, tener claras las 4 P´s, establecer estrategias y tácticas, enfocarme en la satisfacción de mi necesidad presentando una alternativa de carrera profesional innovadora, persuadir sobre el valor que esta carrera me aportaría, enfrentar a mis padres a momentos de la verdad, apoyarme en una microinfluenciadora para generar mayor impacto y conexión, y simplificarle el proceso de toma decisión de compra a los decisores; puedo decir: ¡Misión cumplida!. Me compraron la idea y fue una de las mejores gestiones de mi vida.

Algunos años mas tarde y luego de innumerables charlas tratando de convencer a mi amiga de que el estudio de abogados necesitaba aplicar Marketing para lograr diferenciación, un día sonriendo (y tocando su frente con la palma de la mano derecha) me volvió a decir: ¿Otra vez tu bendito Marketing? ¡Qué estaré pagando! Pero finalmente, el estudio sucumbió a la imperiosa necesidad de servirse del Marketing, comprendiendo y avalando que Kotler tenía razón, y que su influencia es tal en todo ámbito (social, comercial, industrial), que hoy seguimos utilizando las ideas y propuestas que lanzó hace ya más de 50 años.

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Artículo de opinión de Karla Guerra, consultora de Marketing de Servicios, Imagen Institucional y Comunicaciones Integradas de Marketing