El liderazgo en la era del trabajo híbrido

Artículo de opinión de Adrián Ali, director general, HP Latinoamérica

El liderazgo en la era del trabajo híbrido

El panorama laboral ha experimentado cambios significativos en los últimos años debido a la adopción de entornos híbridos, los cuales se han convertido en la nueva norma. No obstante, el principio esencial de fomentar un equipo exitoso a través de un liderazgo excepcional se mantiene firme.

Con el fin de construir un equipo innovador y resistente en esta nueva era, los líderes deben abrazar la habilidad de liderar desde un segundo plano, permitiendo que afloren las capacidades latentes y la inteligencia de los miembros de su equipo. A continuación, compartiré algunos enfoques sobre liderazgo que he aprendido a lo largo de los años y que actualmente promuevo como Director General de HP Latinoamérica, destacando los principios fundamentales de confianza, propósito claro y diálogo abierto.

Cultivar un equipo democrático

Una verdadera muestra de un liderazgo efectivo es cuando un miembro del equipo encuentra el valor para expresar un desacuerdo. Cuando los líderes fomentan una cultura que acoge el diálogo y la discusión, pueden aprovechar el genio colectivo de su equipo. La clave radica en comunicar claramente las decisiones y asegurarse de que el equipo las comprenda y se alinee con ellas. Un grupo unido es una fuerza formidable capaz de superar cualquier desafío.

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Los líderes que buscan promover este ambiente democrático deben demostrar una apertura genuina hacia diversas perspectivas. Al solicitar activamente la participación de cada miembro, incluso de aquellos que pueden mostrar reticencia a dar su opinión, se crea una atmósfera de inclusión y respeto mutuo. Como resultado, el equipo adquirirá mayor confianza para compartir ideas, lo que en última instancia conducirá a soluciones más sólidas y equilibradas.

Un claro sentido de propósito

Para liderar desde atrás, los líderes deben priorizar cómo mantener a su equipo motivado, transmitiendo un sentido de propósito en su trabajo y ofreciendo oportunidades para el crecimiento y desarrollo personal. Por ejemplo, una práctica poderosa respaldada por investigaciones sobre la motivación y el éxito del equipo, es simplemente hacer la pregunta: “¿Cómo puedo ayudar?”. Esta pregunta no solo fomenta el sentido de pertenencia y la confianza en sí mismos, sino que también abre la puerta para que los miembros del equipo busquen orientación y apoyo cuando lo necesiten.

Estar verdaderamente comprometido con el crecimiento y el éxito de cada individuo puede tener un impacto profundo en el rendimiento general del equipo. De esta manera, los líderes demuestran su inversión en el bienestar y el progreso de los miembros de su equipo.

Celebrar los éxitos y respaldar en las derrotas de igual manera es fundamental.

Cuando alcanzamos el éxito, brindo reconocimiento a mi equipo. No se trata de mí, sino de sus logros. Por otro lado, cuando las cosas no salen como se planearon, asumo la responsabilidad. Este enfoque crea un ambiente seguro tanto para la innovación como para el fracaso, porque los miembros del equipo saben que su líder los respalda. Como resultado, aprendemos juntos y nos volvemos más fuertes.

Una cultura de liderazgo que reconoce las victorias y las derrotas como oportunidades para el crecimiento puede fomentar la resiliencia y la adaptabilidad. Al celebrar los pequeños éxitos y aprender de los contratiempos, se promueve una mentalidad de mejora continua, allanando el camino hacia el éxito a largo plazo.

Alimentar la confianza y la autonomía es esencial para liderar desde atrás.

Se requiere fomentar una cultura basada en la confianza y el sentido de propiedad. Al asignar responsabilidades a los miembros del equipo y otorgarles autonomía para tomar decisiones, se demuestra confianza en sus habilidades. Este empoderamiento puede conducir a una mayor motivación, compromiso y disposición para enfrentar desafíos.

Además, esta confianza promueve un sentido de responsabilidad y compromiso en línea con los objetivos colectivos del equipo. Cuando los miembros del equipo se sienten parte integral, es más probable que sean proactivos y estén orientados a encontrar soluciones, esforzándose por alcanzar la excelencia en todo lo que hacen.

El camino que se avecina: adoptar un nuevo paradigma de liderazgo

Para construir un equipo exitoso en la era del trabajo híbrido, los líderes deben adoptar un enfoque que les permita “liderar desde atrás”, caracterizado por brindar autonomía y fomentar la propiedad extrema. En esencia, liderar desde atrás es un acto de servicio, centrado en crear una cultura que libere el potencial oculto de cada individuo.

Al fortalecer a sus equipos a través de la confianza, el propósito y el diálogo abierto, allanan el camino para un equipo capaz de lograr resultados sin precedentes. Recordemos: el objetivo final no es ser la persona más inteligente en la sala, sino crear un ambiente donde cada miembro pueda convertirse en un genio por derecho propio.

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Este es un artículo de opinión de Adrián Ali, director general, HP Latinoamérica